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Incidencia de la violencia de género en México en el ámbito de la educación superior
En México existen datos alarmantes sobre la violencia de género en el ámbito escolar en México (ENDIREH, 2021):
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El 33.5% de las mujeres que reportaron haber asistido a alguna institución de educación superior, a nivel nacional, han sufrido algún tipo de agresión dentro del ámbito escolar.
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Más del 90% de las víctimas de acoso o violencia de género no denuncia el delito.
Entre las situaciones de violencia con mayor prevalencia en el ámbito universitario, son (ENDIREH, 2021):
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Violencia física (18.3% de las mujeres de 15 años y más han experimentado violencia física durante su vida escolar). La conducta con más prevalencia (14.3% de las universitarias) tiene que ver con recibir pellizcos, jalones de cabello, objetos lanzados hacia su cuerpo o haber sido empujada, jaloneada o abofeteada. Un porcentaje menor (5.2% de universitarias) reportaron haber sido pateadas o golpeadas; mientras el 0.7% de las mujeres universitarias experimentaron agresiones con arma de fuego.
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Violencia sexual (17.9 % de las mujeres de 15 años y más han experimentado violencia sexual durante su vida escolar). La conducta con mayor prevalencia (13.3% de las mujeres) es recibir “piropos” groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo por parte de personas de la escuela; seguida de recibir mensajes o comentarios virtuales con insinuaciones sexuales (7.7%), haber sido manoseadas, tocadas o besadas sin consentimiento (4.8%), sentir miedo de ser atacadas sexualmente (4.8%) y haber recibido propuestas para tener relaciones sexuales a cambio de calificaciones o beneficios en la escuela (3.4%).
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El 2.8% de las mujeres reportan haber experimentado que una persona les haya mostrado o manoseado sus genitales frente a ellas y el 1.4% reportan haber sido castigadas o maltratadas por negarse a tener relaciones sexuales.
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El 0.4% reportó haber sido obligada a mirar escenas o actos sexuales o pornográficos
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El 0.9% contestó que alguien ha intentado o ha sido obligada a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
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Los hombres son en mayor medida los responsables de las agresiones hacia las alumnas. Los tres principales agresores por tipo de agresión se distribuyen de la siguiente forma (ENDIREH, 2021):
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Los compañeros de clase cometen piropos (52.1%), insinuaciones sexuales e insultos por mensaje (49.2%), agresiones físicas (48%), intento de violación y violación (47%) y otras agresiones sexuales (40.8%).
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Los agresores desconocidos son responsables sobre todo de la conducta de acecho (52.5%), insinuaciones sexuales y agresiones por mensaje (27.5%), tocamientos, manoseo o exhibicionismo (24%) y piropos ofensivos (22.9%).
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Los docentes son señalados como responsables de violencia y discriminación, como beneficios a cambio de relaciones sexuales (72.4%) y ejercer algún tipo de venganza contra las alumnas por haberse negado a sostener relaciones con ellos (68.9%). Un 28.7% los señala como responsables de conductas de discriminación o agresión emocional, así como de otras agresiones sexuales, con 17%.
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El 9.9% de mujeres de 15 años y más, reportaron haber abandonado sus estudios debido a su embarazo.
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Sólo el 38% de las mujeres universitarias en México, se inscriben a una carrera STEM (UNICEF).
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En 2021, en México, los hombres ocupados como Investigadores y Especialistas en Ciencias Exactas, Biológicas, Ingeniería, Informática y en Telecomunicaciones representaron 76.1% de la población ocupada, mientras que las mujeres representan 23.9% (Movimiento STEM).
Acabemos con la violencia de género, el acoso y el hostigamiento sexual en las instituciones de educación superior
¿Cómo?
Atacando las causas: las desigualdades de género
A nivel global, los casos de éxito de la reducción de violencia escolar y construcción de paz duradera comparten los siguientes elementos:
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Enfocan los esfuerzos en las causas de raíz de la violencia y el conflicto.
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Logran cambios en el nivel sociopolítico (estructural y cultural) vía políticas públicas.
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Hay una necesidad de un fuerte liderazgo político y un sólido marco jurídico para abordar la violencia escolar bajo un enfoque de derechos.
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Es importante la generación de datos sobre violencias y discriminación escolares para monitorear avances.
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Son necesarios los programas educativos e intervenciones que se basen en pruebas de eficacia.
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Resulta importante la formación de profesorado/alumnado sobre violencias escolares y gestión “positiva” del aula.
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Es esencial la participación sistemática de todos los actores clave de la comunidad.
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Se requiere de la colaboración entre el sector educativo y una amplia gama de actores fuera de las instituciones.
"Más allá de los números: Poner fin a la violencia y el acoso en el ámbito escolar", UNESCO (2021) y “Reflexiones sobre Prácticas de Paz” (Anderson & Olsen, 2002)
Causas de raíz de las violencias escolares y la discriminación en instituciones de educación superior
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Desigualdades estructurales que definen a grupos vulnerables
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Ambientes que premian o toleran violencias
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Creencias y actitudes de superioridad vinculadas a desigualdades estructurales
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Falta de capacidades colaborativas
Mandatos
de la masculinidad hegemónica
Consecuencias de la Masculinidad Hegemónica
A nivel global, la violencia de género y sexual afecta principalmente a las mujeres y personas LGBTTTIQAP
El 81.3% de las personas que se suicidan en México son hombres. (Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado, 2023).
En México los hombres tienen una esperanza de vida de aproximadamente 6.3 años menos que las mujeres (INEGI, 2023).
La violencia que sufren los hombres y que ejercen sobre todo los hombres.
¿Cómo avanzar hacia una gestión justa y efectiva de la convivencia escolar?
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Asegurar la transversalización de la perspectiva de género, masculinidades e interseccionalidad para la protección y visibilización de las necesidades diferenciadas de las personas en situación de vulnerabilidad.
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Enfocarse en prevención con tres objetivos centrales: sensibilizar, dar información sobre Derechos Humanos y construir capacidades colaborativas en TODAS las personas de la comunidad.
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Privilegiar el enfoque de justicia restaurativa.
EL OBJETIVO NO PUEDE SER RESPONSABILIDAD DE UNA SOLA INSTANCIA O MECANISMO; SE REQUIEREN SISTEMAS INTEGRADOS.